Así como hay quienes se ponen camisetas de superhéroes y sus ídolos de la TV, nunca faltarán los que encumbren a los “malos” de la película.
Luego de que la camisa con la que Joaquín “el Chapo” Guzmán –uno de los narcotraficantes condenados más famosos de México- fue entrevistado por el actor Sean Penn, se volviera un éxito en ventas, era solo cuestión de tiempo de que alguien viera el negocio.
Sucedió entonces que la familia del prófugo recapturado quiere ahora ver también algo de dinero por el uso del nombre familiar. Su hija, Alejandrina Giselle Guzmán, ahora reclamó el nombre y el apodo de su padre como marca en distintas categorías.
El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) autorizó la marca “El Chapo” para ser utilizado en diferentes tipos de artículos, como productos a base de metales preciosos, joyería, relojes y marroquinería, así como en artículos deportivos, adornos para árboles de navidad y publicidad.
Junto con la hija, las dos esposas que tuvo el mexicano -Alejandrina Salazar Hernández y Emma Coronel Aispuro- presentaron 24 solicitudes de marca para comercializar productos con el nombre de “El Chapo”.
También habrían pedido El Chapo, El Chapo Guzmán, Joaquín El Chapo Guzmán, El Chapito Guzmán, El Chapito, Joaquín Archivaldo Guzmán Loaera y Don Chapo Guzmán, buscando cubrir todas las probabilidades.
El registro de las marcas figura ya en el Global Brand Database de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, indicó la agencia Télam.