La firma de indumentaria femenina UMA, renovó su imagen y remodelará a nuevo todos sus locales. En el timón de esta nueva etapa se encuentra Marcelo Goldberg, quien volvió a la dirección de la marca después de haber adquirido el 100% del paquete accionario.
«Profesionalizar» fue la consigna de Goldberg y el equipo de profesionales que lo acompaña. La nueva imagen responde a la estrategia de la compañía de agrupar todas las franquicias, para dejar todos los puntos de ventas como propios de la marca.
El nuevo diseño de los locales, el logo (bien minimalista) apuntan a asociar la marca a los conceptos de «servicio» y «Premium». En mi opinión estos son elementos que nunca le faltaron a UMA, tanto en la calidad de la indumentaria como en los locales y el precio de los productos. Excelsa en todo lo que refiere la utilización de vanguardia y moderna del cuero (no es la primera vez que lo escribo en este espacio) a UMA no le faltan motivos para ser considerada una marca Premium.
El cuero es precisamente el elemento que UMA explota como diferenciador en sus colecciones, ofreciendo una amplia variedad de camperas, polleras, abrigos, fajas, cintos, morrales, bolsos, etc. Este año la colección propone carteras de gran tamaño y varios modelos de zapatos con mezcla de texturas.
Sin embargo, lejos está la marca de terminar ahí su propuesta: vestidos de voilé de seda, blazers cortos de tejidos de punto, remeras oversize, pantalones anchos con botamangas pero también chupines de denim, y los tejidos que otorgan el toque artesanal a la colección.
En lo que respecta a los locales, las renovaciones comienzan ahora en Paseo Alcorta. Le seguirán: Patio Bullrich, Galerías Pacífico, Palermo Viejo y Alto Palermo. La inversión promedio por punto de venta es de $300.000. La idea es transformarlos en espacios donde converjan lo clásico y lo vanguardista, lo artesanal y lo tecnológico.
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