Issey Miyake, un legado de transformación y futurismo

Issey Miyake 2025
Issey Miyake 2025

La colección de la Semana de la Moda de París se sintió suave y elemental, como si fuera arrastrada por el viento, y engañosamente simple. Ese es el arte de Issey Miyake: técnicas de vanguardia que crean prendas que flotan como nubes. ¿Suena y parece simple? La ejecución fue todo lo contrario.

Para el otoño, Satoshi Kondo adoptó la ambigüedad, difuminando la línea entre escultura y usabilidad, estructura y fluidez.

Issey Miyake 2025

Diseñada en torno a la idea de una sola pieza de tela, la colección continuó el legado de transformación de Miyake: prendas que cambian, se adaptan e invitan al usuario a completarlas.

Inspirada en las esculturas performativas de Erwin Wurm, el desfile en el Carrousel du Louvre vio a modelos doblando, doblando y remodelando su ropa, convirtiendo el vestirse en un acto de creación.

La precisión y la naturalidad coexistieron en cada pieza. Las chaquetas se ajustaban en curvas rígidas pero se movían con facilidad, indicó AP.

Issey Miyake 2025
Issey Miyake 2025

Las camisas se retorcían en nuevas formas, las mangas y los paneles se movían de manera impredecible. Los pliegues transparentes parpadeaban con el movimiento, distorsionándose a medida que el cuerpo caminaba.

Los tejidos de punto, que se esperaba que fueran suaves, se prensaron en formas esculturales y definidas. Las telas tejidas con papel imitaban la piedra pero se doblaban como la tela. Todos los materiales desafiaban las expectativas y se resistían a una definición fácil.

Issey Miyake 2025
Issey Miyake 2025

La transformación siguió siendo el lenguaje central de la casa. Un abrigo, doblado como un acordeón, podía usarse de múltiples maneras. Las rayas se deformaban a través de los pliegues, creando la ilusión de movimiento. Incluso el calzado, diseñado con Camper, envolvía el pie como una tela, un zapato en constante cambio.

Miyake siempre ha jugado entre extremos: antiguo y futurista, estructurado pero libre, abstracto pero profundamente humano. Esta temporada no fue diferente. No eran prendas que dictaran, sino prendas que cuestionaban.

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