El último Indicador de Consumo (IC) de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) que, con datos de abril, mostró un avance de 1,5% en comparación con el mismo mes de 2022.
Este nuevo indicador desarrollado por la CAC refleja la evolución del consumo de los hogares en bienes y servicios finales con una periodicidad mensual. «Lejos del crecimiento de dos dígitos observado durante prácticamente la totalidad de la pospandemia, el último dato muestra un avance de apenas 1.5% y todo parece indicar que en mayo se observarán números negativos», dijo la entidad.
El avance del índice durante abril posiciona el consumo de los hogares en un nivel similar al observado durante el mismo mes de 2019 (prepandemia) pero 5% por debajo del observado en 2018, según aclararon desde la Cámara.
El rubro de indumentaria y calzado mostró en abril una caída interanual estimada de 10%, nuevamente enmarcada en la pérdida de dinamismo a lo largo de 2022 que se sostiene hasta el día de hoy, acompañada de un encarecimiento relativo de los precios del sector en la comparación interanual. De esta forma, el consumo de esta categoría se ubicó más de un 10% por debajo de los niveles vigentes previo a la cuarentena.
Análisis del consumo
En primer lugar, hemos visto que el ahorro se contrajo a la mínima expresión. Cálculos de la consultora Ecolatina marcan que los niveles de ahorro promedio de un hogar llegaron durante 2023 a mínimos históricos. El encarecimiento relativo de bienes aspiracionales de la clase media argentina (inmuebles, viajes al exterior, autos) disminuye el incentivo a ahorrar y, en el proceso, aumenta los niveles de consumo.
Por otro lado, el rápido desendeudamiento de los hogares libera recursos para el consumo. Sin crédito hipotecario ni prendario y con límites en tarjetas de crédito que crecen sistemáticamente por debajo de la inflación, el desendeudamiento de los hogares es forzado.