Diseñadores de Ucrania fueron estrellas de la Semana de la Moda de Bruselas, que cerró este domingo, copando casi la mitad de los desfiles de un evento que, de esta manera, ha querido mostrar su apoyo y solidaridad a creadores que siguen trabajando en un país en guerra y parcialmente ocupado por Rusia.
«No se han rendido. No lo han hecho, a pesar de todas las dificultades que tienen. Y sé que hay muchos de ellos que no pueden vender ninguna de sus existencias, y aun así ellos siguen trabajando y siguen sacando nuevas creaciones. Y nosotros estamos aquí para apoyarlos», aseveró la fundadora de la Semana de la Moda de Bruselas, Melani Barnes-Jaftha, en declaraciones a EFE.
Y Elvira Gasanova es una de las modistas que encarna este espíritu de resistencia. A ella, la guerra la persigue desde 2014, cuando vivía en su ciudad natal de Donetsk y vio estallar, ese año, el conflicto del Donbás, tras el alzamiento de grupos prorrusos en esta región al este de Ucrania. Fue entonces cuando decidió buscar un nuevo hogar en otro lugar más seguro.
«Nos fuimos a Kíev. Después de dos años allí, compramos una casa para mis padres y junto a toda la familia nos mudamos a Bucha. Y en ese momento nunca nos imaginamos que lo que ahora ha ocurrido se haría realidad, ni que habría soldados que viniesen a Bucha», admitió Gasanova a EFE, hablando sobre la ciudad en la que vive, a las afueras de la capital, y en la que, tras la retirada del Ejército ruso en abril, las tropas ucranianas encontraron centenares de civiles asesinados.
La diseñadora afirma que, para alguien que no ha conocido Bucha «más allá de lo que ha visto en las noticias», es muy difícil «imaginar lo que ocurrió allí» realmente y asegura que, durante los primeros compases de la guerra la mayoría de gente en la ciudad intentaba irse de la forma que fuera posible. A ella, por ejemplo, un bombardeo le destruyó la casa, y explica que aún siguen trabajando para reconstruirla, ahora que Bucha ya no está en primera línea del frente de batalla.
«Fue una situación muy estresante, quizás durante una o dos semanas, al principio de la guerra. Pero entonces entendimos que solo teníamos dos opciones: no hacer nada o intentar, pese a todo, seguir trabajando, ya que nuestro gobierno hace todo lo que puede para estabilizar la situación para la gente», opinó Gasanova.
Y remarcó: «Nosotros aún trabajamos, y trabajamos para todos nuestros clientes y todas las tiendas con las que estamos asociados», asegura esta modista, que fundó hace nueve años una marca que bautizó con su propio apellido, y que se ha especializado en la confección de prendas de ropa y vestidos con piedras preciosas como adorno.
«Hemos vestido a Gigi Hadid, Kourtney Kardashian, Jennifer López, Tony Braxton y a muchas de las chicas de Victoria’s Secret. Muchas de ellas han llevado nuestros vestidos de pedrería o nuestros zapatos», detalló Gasanova.
Juliya Kros es otra de las marcas ucranianas que exhiben sus diseños en la Semana de la Moda de Bruselas, aunque, a diferencia de Gasanova, esta firma caracterizada por el uso de tejidos reciclados en sus prendas empieza justo ahora a comercializar sus productos al extranjero.
La creadora de la empresa, la diseñadora Juliya Perekrestova, consideró que es un buen momento para comenzar a exportar, ya que, según dice, ahora «a Europa le gustan los diseños ucranianos», pese a que, por otra parte, admite que muchos de sus clientes en el mercado nacional ya no le compran desde que se exiliaron tras el estallido de la guerra.
Perekrestova solo desea que tanto los clientes como los gobiernos europeos se acuerden de Ucrania, sin importar el tiempo que se alargue el conflicto: «Esperamos que el apoyo de Europa dure tanto como la guerra, porque sin este no podremos ganar. Necesitamos seguir recibiendo mucho apoyo de países distintos, y estamos muy agradecidos por ello», concluyó.