El juzgado de Missouri desestimó una demanda contra la compañía norteamericana de ropa y calzado deportivo, Nike, por «greenwashing». La empresa había sido acusado de violar la Ley de Prácticas de Comercialización de Missouri, que intenta proteger a los consumidores de las prácticas ilegales.
La demanda fue interpuesta el pasado mayo de 2023, por la ciudadana María Guadalupe Ellis. Señalaba que la compañía calificaba productos como sostenibles “sin que estén a la altura de estas afirmaciones”.
“Los consumidores buscan productos hechos de forma responsable y pagarán un extra por ello”, argumentaba la acusación, a la vez que señalaba que Nike se atribuye un catálogo sostenible “en un intento por aumentar los beneficios y obtener una ventaja sobre sus competidores que actúan legalmente”.
Además, la denuncia señalaba las etiquetas de producto de Nike, en la que figuran afirmaciones como “sostenibilidad”, “hechos con fibras recicladas”, “reduce nuestra huella de carbono” o “move to zero”, alegando que el porcentaje de productos reciclados con otros materiales son mucho más reducidos que los que la empresa dice distribuir.
Además de la ley estatal, la demanda señalaba que la compañía estaría incumpliendo la Comisión Federal de Comercio (FTC) en sus Guías Verdes, un documento que ya ha cumplido once años y que establece qué puede considerarse o no publicidad engañosa en materia de sostenibilidad, pero no es cumplimiento obligatorio.
Sin embargo, casi un año después de la denuncia, el juez encargado del caso, Matthew Schelp, la desestimó: “¿Cómo sabe que esto es cierto? No menciona ninguna prueba o análisis”, declaró Schelp según el medio Sourcing Journal.
Además, el juez considera que la demandante no ha destallado los procesos de fabricación o dado información sobre los proveedores, lo que le hace dudar de la veracidad de la acusación.
No es el único gigante del sector que se ha librado de este tipo de acusaciones. En junio, el mismo juzgado de Missouri desestimó las acusaciones que caían sobre H&M, que aseguraban que las etiquetas “Conscious Choice” y “sostenible” engañaban al consumidor.
Recientemente, en Reino Unido se erigió una medida que pretende terminar con este tipo de prácticas de greenwashing por parte de las marcas de moda, exigiendo descripciones más precisas y claras en lugar de solo utilizar palabras como «sustentable» o «responsable».