En Argentina, la caspa afecta a 5 de cada 10 hombres y 3 de cada 10 mujeres. Se trata de una condición que hace que la piel del cuero cabelludo se descame, provocando escamas visibles en el cuero cabelludo, barba, cejas e, incluso, la ropa.
Esta patología altera la calidad de vida de la persona, provocando disconfort social, frustración y estrés, según un sondeo de la dermatóloga y tricóloga Dra. Maria Eugenia Cappetta.
La caspa suele comenzar tras la pubertad debido a que durante la adolescencia la concentración de hormonas es mayor, provocando más actividad de las glándulas sebáceas. Por este motivo, es más común que aparezca en adolescentes y adultos, siendo poco frecuente en niños y adultos mayores.
Esta afección no está determinada solo por la edad sino también por el estilo de vida y el clima: en las épocas más frías del año puede agravarse.
Entonces, para entender las causas de la caspa, es importante hablar de exposoma: un conjunto de exposiciones que recibe cada individuo durante toda su vida. Es la suma e interacción de factores tanto internos (estrés, dieta, falta de sueño, tabaquismo) como externos (radiación solar, condiciones climáticas, contaminación ambiental) y cómo el organismo reacciona frente a estos.
El exposoma no es estático y puede variar con el tiempo, la caspa puede aparecer de un momento a otro.
Tal es así que, aproximadamente, el 50% de la población adulta a nivel mundial tiene o tuvo caspa y un 5% sufre dermatitis seborreica. Esta afección, además de ser incómoda en sí misma, provoca grandes efectos en la salud psíquica y emocional de quienes la padecen: las personas sienten inadecuación, vergüenza, frustración y estrés, según un estudio realizado por especialistas.
Estos sentimientos pueden provocar que quienes tienen caspa se alejen de su grupo social y les cueste programar planes por fuera de su casa. Por otro lado, muchas personas suelen relacionar la caspa a la falta de higiéne, cuando esto no es cierto: incluso el uso de productos abrasivos para el cuerpo cabelludo puede provocar esta afección.
Productos para la caspa
Ante esta problemática presente en gran parte de la población, Vichy, la marca especialista en el estudio de exposoma y recomendada por dermatólogos, desarrolló un producto diseñado específicamente para abordar dicha afección: Dercos Caspa, creado sobre 3 pilares.
1- Eficacia superior y ciencia basada en el microbioma: Los tratamientos para la caspa suelen no ser placenteros cosméticamente, ni brindan buenos resultados. Además, las mejoras suelen ser transitorias para luego sufrir recaídas. En el caso de Dercos Caspa, y gracias a arduos estudios del microbioma y exposoma, se logró la fórmula que elimina la caspa visible desde el primer uso.
2- Activos dermatológicos: Compuesto por una fórmula única, posee una alta concentración de disulfuro de selenio al 1%, activo clave para el tratamiento anti caspa en conjunto con un 1% de ácido salicílico, componente exfoliante que sirve para remover la caspa.
3- Recomendado por dermatólogos: Si bien muchas personas consultan la problemática de la caspa con sus estilistas, esto es erróneo ya que es una afección que debe ser consultada y tratada por dermatólogos y tricólogos (médicos especialistas en cabello y cuero cabelludo).
Dercos Caspa de Vichy también está pensando para poder atender todo tipo de cabellos: sensibles, secos y de normal a graso para trabajar sobre caspa leve, moderada, severa o dermatitis seborreica. Este producto, sin parabenos e hipoalergénico, muestra resoluciones de la problemática de la caspa después 3 a 4 usos por semana para, luego, usarlo una vez cada 7 días para mantener el resultado y evitar recaídas.
La afección de la caspa es una problemática que puede ser causada por muchos factores, ya sean internos, externos o una combinación de ambos. La consulta al dermatólogo es el primer paso para encontrar el plan de acción ideal para atenderlo. Para esto, Vichy creó un producto completo para atender la problemática de forma rápida y eficaz.
Asimismo y a través de la información disponible, es importante dejar de estigmatizar la caspa como algo negativo o que denota falta de higiene, ya que quienes lo padecen experimentan fuertes sentimientos de estrés, frustración y vergüenza, cuando es una afección que alcanza a casi la mitad de la población mundial.