La familia Awada está de estreno por estos días con su nueva planta modelo en Tigre, provincia de Buenos Aires, donde trabajan unas 400 personas para las marcas Awada, Como Quieres y Cheeky. En total, unas 1.100 personas se desempeñan hoy en la compañía madre, Altatex.
Si bien desde el año pasado que comenzaron a operar en ese complejo, a principios de 2025 oficialmente concluyó la mudanza. Por eso, ahora se realizó un recorrido de prensa del cual participó ALM.
Altatex invirtió 10 millones de dólares en esta planta multimarca, en la que no solo esperan llevar su capacidad instalada de distribución a más de 10 millones de prendas al año, sino también refundar la cultura de la compañía, según contó durante el recorrido el presidente de Altatex, Daniel Awada.

Gran parte de esa refundación tiene que ver con producir de una manera más sustentable. De ese camino habló el líder de RR.HH. de Altatex, Daniel Bazán, y lo conté en esta nota para Economía Sustentable.
Nueva planta de la familia

En el primero de los edificios del complejo, las oficinas de diseño tienen salas de reuniones, grandes mesas y muchos percheros, con ropa para niños y niñas, adolescentes y mujeres adultas. Son decenas de diseñadoras coordinadas por Nadine Awada, directora creativa en Cheeky y Como Quieres, y que se encuentran en este momento planificando las colecciones de 2026.
También hay varios robots cortadores y dos máquinas bordadoras que trabajan 24 prendas en simultáneo. Se fabrican, entre las tres marcas, unas 25.000 prendas diarias, y en este momento ya se está trabajando en la colección del próximo verano.


En el área de depósito, varias cintas y un sistema de trackeo digitalizado permiten que Altatex mismo se encargue tanto del reabastecimiento de locales como de las compras realizadas online por mayoristas y consumidores. Se manejan unos 19.000 bultos o empaques, con 2 millones de prendas de reposición por temporada. Se clasifican y envían unas 1.300 unidades por día para tiendas de todo el país, y para la tienda online, que es número uno en ventas de su red.
La empresa está trabajando con Mercado Libre para abrir un Marketplace que también se operará desde ese depósito. Altatex solía tener un marketplace con Dafiti, una de las marcas locales del gigante internacional Global Fashion Group, pero éstos se fueron del país en 2023.
En este edificio están también los tres showrooms y outlets de las tres marcas de la compañía, que sirven tanto para que socios mayoristas realicen tranquilos sus pedidos, como para que los clientes de la zona, sus propios empleados y el público interno puedan hacer compras. Abundan también las salas al aire libre, las zonas de colaboración y los espacios de café y snacks en las oficinas. Y hay tres restaurantes propios para que los empleados decidan dónde almorzar.

Awada recordó en el diálogo con periodistas los momentos en los que tenía que llamar a los dueños de los talleres para que les produjeran las colecciones. También la empresa atravesó etapas en las que se hacía demasiado complejo importar, y otras más recientes en las que muchos de sus clientes eran uruguayos o brasileros que cruzaban en tours de compras a un mercado que entonces les resultaba “regalado”. Eso fue ayer, hoy la mayoría de sus compradores son locales.
Tener hoy este complejo le brinda a su empresa mayor control para operar de acuerdo a esos desafíos. Por el momento, el camino para él está claro: “Tenemos que trabajar todos para volvernos más eficientes”, reitera.
Por otra parte, está claro que la decisión de inversión también derivó de que la empresa es la columna vertebral que atraviesa su historia y la de la familia entera. Tanto Juliana Awada, diseñadora de la marca homónima, como Pomi Baker, matriarca fundadora de la compañía, recibieron de muy buen gusto a la prensa durante la recorrida. Baker dijo estar muy orgullosa de lo que se estaba presentando, y si bien con sus 87 años no está ya en el día a día de la firma, tiene su oficina en el complejo de Tigre.

A Daniel Awada, por su parte, le emociona ver como sus propios hijos ya toman parte en la operación de la textil, e incluso que su hija Nadine concurre con su pequeño bebé todos los días al departamento de diseño.
“Quisimos hacer una refundación de la empresa, con un edificio con diseño innovador, con tecnología para producir con las mejores prácticas y una nueva cultura organizacional, para mejorar también la experiencia de los empleados,” subrayó, al tiempo que sacó emocionado un cuaderno Gloria de adentro de una carpeta: “… pero esto es lo que siempre remarco, acá está la base de todo lo que ven hoy. Un cuaderno donde la madre de mis hijos diseñaba y yo atrás hacía los costos en lápiz con un cuadradito de tela. Seremos una empresa innovadora, al igual que cualquier corporación profesional, pero no queremos perder el espíritu y el corazón de la empresa familiar.”