Confieso que no vi demasiado la semana de la moda masculina de París en su edición de Otoño/Invierno 2016, pero me impactó la colección de Balmain.
Nada menos que el catalán Jon Kortajarena encabezó el desfile de la casa parisina, en la que se vieron piezas inspiradas en uniformes militares, aventureros y aristócratas de siglo pasado. Hubo además otros nombres destacados como Alessandra Ambrosio y Marlon Teixeira.
Exagerados ornamentos bordados en dorado, cuellos platinados sobre telas nobles, que van desde lanas japonesas hasta cueros tejidos, son protagonistas.
Pero eso no fue lo único. Según escribió el director creativo Olivier Rousteing, “detrás de nuestra inspiración descansa una apreciación renovada del rol de París como una verdadera ciudad de la luz. La ciudad tiene una larga y única historia de apertura y celebración de lo mejor que tiene para ofrecer cada rincón del mundo”.
Esto, “es un hecho que enfurece a las mentes intolerantes tanto aquí como afuera”, resume en un comunicado.
En tiempos tormentosos, Balmain sigue abogando por una Francia que amalgame lo nuevo y lo más creativo de las diferentes culturas y generaciones.
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