La firma de moda y perfumería Puig incorporó desde el 1 de enero las fragancias de Jean Paul Gaultier, firma de la que es accionista mayoritario desde 2011 pero cuya licencia en este rubro estaba en manos de la oriental Shiseido hasta fines de 2015.
Las fragancias de Jean Paul Gaultier, entre las que figuran Classique y Le Male, se distribuyen en más de 110 países y figuran entre las más vendidas en la mayoría de ellos, informó Puig en un comunicado.
Con esta incorporación, la compañía familiar con sede en Barcelona suma ya cuatro marcas propias de las que gestiona tanto la actividad de moda como las fragancias: Carolina Herrera, Ninna Ricci, Paco Rabanne y Jean Paul Gaultier.
Puig prevé impulsar esta última marca para aumentar su cuota de mercado y su visibilidad internacional, con el objetivo de alcanzar sus objetivos de crecimiento.
La compañía española apunta a conseguir 2.000 millones de euros en ingresos para 2017, un 33% más que en 2014, con un 15% de beneficio operativo, según el plan estratégico 2015-2017.
La compra de la licencia de fragancias de Jean Paul Gaultier a Shiseido con efectos a 1 de enero de 2016, acordada en abril de 2015, supondrá el 10% de las ventas de la compañía -alrededor de 150 millones de euros-, aunque el precio de la adquisición y su integración supondrá un «impacto negativo» en los resultados durante los próximos dos años, también influido por las inversiones previstas en todas las marcas de Puig para impulsarlas.
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