
La producción manufacturera de las pymes en Argentina registró un ascenso del 12,2% interanual en enero. No obstante, a pesar de esta mejora las industrias aún no lograron recuperar los niveles previos a la profunda caída del mismo mes de 2024, cuando la producción marcó un mínimo histórico del -30%.
A su vez, en enero la comparación mensual desestacionalizada también mostró un avance del 4,8%, reflejando el repunte de la actividad industrial. Los resultados surgen del Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), a partir de un relevamiento a 389 industrias pymes a nivel federal.
Todos los sectores analizados registraron crecimiento en la comparación interanual, así como en la medición mensual desestacionalizada. A pesar de la mejora, la industria pyme operó al 59% de su capacidad instalada, evidenciando que aún persisten desafíos en la recuperación del sector.
En cuanto a las Pymes de Textiles e indumentaria en particular, la producción creció un 9% interanual –a precios constantes– y un 4% respecto a diciembre de 2024. «Esta suba muestra un rubro que continúa recuperándose de la fuerte caída que tuvo en enero de 2024, cuando alcanzó el mínimo de -18,2%, cerrando el año con una contracción del -4,1%», indicó la CAME en un comunicado.
Las industrias del sector operaron al 56,7% de su capacidad, 2,9 puntos menos que en diciembre de 2024 y 11,5 menos que en enero de 2024. Esto denota que, pese a la recuperación, aún falta retomar capacidad de producción.
El sector atravesó un período de contrastes, donde la estacionalidad, las condiciones económicas y el comportamiento del consumidor jugaron un papel determinante en las ventas. Mientras que algunas empresas lograron capitalizar la temporada alta con liquidaciones, promociones y estrategias de venta online, otras tuvieron que enfrentar un mercado más retraído, con clientes menos dispuestos a gastar y una menor disponibilidad de financiamiento en cuotas.
Por otra parte, la innovación en textiles y la renovación de colecciones fueron factores clave en la atracción de consumidores, especialmente en segmentos vinculados a la indumentaria estacional y uniformes escolares.
Estado de situación de la industria Pyme
El panorama de la industria pyme sigue con un escenario complejo, marcado por dificultades estructurales que impactan en la producción y en la estabilidad financiera de las empresas.
«La falta de ventas aparece como la mayor preocupación para el 39,9% de los empresarios, un factor que explica que muchos sectores aún no hayan podido terminar de despegar de las caídas de 2024, muchas empresas reportaron que, incluso con las ganancias de diciembre, no lograron cubrir los costos del mes siguiente«, indicó CAME.
Le siguen los costos elevados de producción, que afectan al 37,3% de las industrias y que han sido mencionados especialmente en Madera y muebles, en Metal, maquinaria y equipo, y material de transporte, y en Textil e indumentaria, donde el aumento de insumos y la carga impositiva restringieron la competitividad.
Pese a la situación desafiante, los empresarios aún ven margen para la recuperación si se implementan políticas adecuadas. Al ser consultados sobre qué medidas serían más efectivas en el corto plazo, el 67% señaló que la reducción de impuestos sería clave para aliviar la presión sobre la rentabilidad y mejorar la competitividad. El estímulo a la demanda interna, elegido por el 10,4% de los empresarios, también aparece como una prioridad, especialmente en sectores donde el consumo final es un motor clave de la actividad, como Alimentos y bebidas y Textil e indumentaria.
Las pequeñas y medianas empresas atraviesan un período de incertidumbre, con percepciones dispares sobre su evolución económica reciente y las expectativas para el año. Consultados sobre la situación económica actual, el 32% de los empresarios indica que su situación mejoró en comparación con un año atrás, el 45% señala que se mantuvo sin cambios, y el 23% reporta un deterioro. Rubros como Papel e impresiones y Textil e indumentaria enfrentaron mayores dificultades y una caída en la demanda, lo que ha impactado en su estabilidad financiera.
A pesar de las dificultades, el sector pyme mantiene una visión estratégica y busca adaptarse a un contexto desafiante. Factores como la estabilidad de costos, la reactivación del consumo y el acceso al crédito serán determinantes para que este optimismo se materialice en crecimiento real. La capacidad de adaptación sigue siendo clave, y el empresariado pyme se mantiene alerta para aprovechar oportunidades en un entorno económico en transformación.